Cláusulas Suelo

El Tribunal Supremo en sentencia de 9 de mayo de 2013, abrió la posibilidad de reclamar la nulidad y devolución de las cantidades cobradas de más por aplicación de la denominada cláusula suelo.

Dicha sentencia ha supuesto un serio toque de atención a la conducta de las entidades financieras que no cumplían sus deberes de transparencia e información hacia sus clientes ofreciendo de esta forma préstamos a interés variable cuando en realidad lo que se estaba firmando eran préstamos a interés mínimo fijo.

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Como consecuencia de la declaración de nulidad de la mayoría de las cláusulas suelo insertas en los préstamos hipotecarios, la totalidad de las entidades financieras han ofrecido a sus clientes acuerdos donde se incluía la rebaja temporal del tipo de interés a cambio de suscribir seguros o cualquier producto bancario.

El cliente en la creencia de que se iba a beneficiar de una rebaja en su cuota, firmaba un acuerdo donde renunciaba al ejercicio de acciones judiciales, lo que le impedía, en caso de desacuerdo, acudir a los Tribunales.

Nuevamente el Tribunal Supremo en la reciente sentencia de 16 de octubre de 2017 ha manifestado que la nulidad de una cláusula suelo abusiva es una nulidad radical o de pleno derecho, por lo que un acuerdo no puede posteriormente convalidarla.

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