“MISTERY SHOPPING” TAMBIÉN PARA LA BANCA

Elvira Rodríguez, presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, anunció que “el supervisor va a adoptar una nueva y rompedora fórmula de vigilancia que sin duda va a poner en guardia a los empleados de oficinas bancarias. Pretende que sus técnicos acudan a las sucursales de incógnito, como inspectores anónimos…”.

Después de que hace pocos días pudiéramos ver por televisión como los anteriores presidentes de la CNMV debatían sobre si debieron o no prohibir la emisión de participaciones preferentes, la actual Presidenta, cumpliendo con la tarea de supervisión, advierte de que la comercialización de determinados productos bancarios va a ser vigilada a golpe de inspectores infiltrados. Dichos técnicos acudirán a las oficinas bancarias haciéndose pasar por otro cliente más y verificarán si el modus operandi de los empleados se ajusta a la normativa de seguridad y protección del pequeño inversor.

Dicha medida resulta un poco tardía después de la masacre que se ha ocasionado en los ahorros de los miles de afectados por las tan mencionadas participaciones preferentes. Seguramente, y digo que seguramente sin llegar a asegurarlo, dicha medida será aplaudida por algunos aunque para la mayoría, afectados o no por las preferentísimas, representará una clara estrategia de lavarse la cara después de que nadie desde ninguna institución decidiera ponerle freno a la comercialización de ese producto. Y como siempre, y ahora sí que aseguro, se le traslade la responsabilidad al empleado bancario que sigue directrices bajo la presión de ser despedido si no coloca el producto del día a los clientes que se le haya asignado.

Pero por supuesto si esta estrategia sirve como cortafuegos al poder de los grandes bancos o ni que sea para que pierdan cinco segundos en comentarlo, deberá ser aplaudida por todos, aunque nos cueste creer que no busquen otra laguna legal por donde comercializar otro producto bancario con gran rentabilidad y con vencimiento perpetuo.

Noticia Publicada: La CNMV propone infiltrar técnicos de incógnito en las oficinas bancarias.