EL IVA DE CAJA… ¿una ayuda para las pymes o un nuevo “caramelito” fiscalizador?

El IVA de Caja ha sido una medida que desde hace años viene siendo exigida por las pymes, y más desde que los índices de morosidad rozan casi el firmamento. Se reclamaba un criterio real de pago del Impuesto sobre el Valor Añadido, tanto ingreso tanto pago, y no que la pequeña y mediana empresa adelantara ese importe sin apenas saber si lo iba a cobrar.

Mediante el Real Decreto 828/2013 se aprueba dicha reforma, aunque cabe poner en interrogante si también puede ser tildada como “mejora”. Cierto es que a partir del 1 de Enero se podrá tributar en función de las facturas cobradas pero como poco, las pymes  encuentran nuevas exigencias contables  (doble contabilidad: la de caja y la de devengo) http://www.europapress.es/economia/fiscal-00347/noticia-economia-macro-asefiget-advierte-iva-caja-obligara-pymes-nuevas-exigencias-20131113111817.html.  Por no mencionar el incremento del  traslado de información a la Agencia Tributaria (fecha y modo de cobro), y como consecuencia de ello  la presión que trasladan las grandes empresas por no querer trabajar con proveedores acogidos al nuevo régimen del IVA de Caja, http://www.itespresso.es/pymes-denuncian-amenazas-no-aplicar-iva-caja-118018.html.